
La economía lineal es lo que la humanidad ha estado aplicando, de manera masiva, en los dos últimos siglos: extraer minerales para producir nuevos materiales, usarlos durante un cierto tiempo y desecharlos. Esto es lo que se denomina economía de la abundancia y de los recursos infinitos. No responde a la realidad, no es sostenible y, ahora, lo sabemos.
La economía circular, en cambio, consiste en reutilizar materiales reciclados, alargar la vida de los productos confeccionados con materiales reciclables y reciclarlos de nuevo al final de su vida útil.
Una de las certificaciones más reconocidas a nivel mundial en cuanto a productos saludables y reciclables es Cradle to Cradle (C2C). Su significado literal es “de la cuna a la cuna” en contraposición al Cradle to Grave, “de la cuna a la tumba”, que ilustra la economía lineal. El sello Cradle to Cradle evalúa en cinco categorías los efectos sobre la salud de las personas, el grado de reutilización de los materiales, el uso de energías renovables durante su fabricación, la gestión del agua y el comportamiento de las empresas que lo producen respecto al trato con sus empleados y con el medio ambiente.
Si nos paramos a mirar cuántos sistemas de carpintería disponen de certificación Cradle to Cradle, 8 de las 26 que existen corresponden a las marcas de Technal y Wicona, 6 de ellas son C2C Silver y 2, C2C Bronce. Todo ello representa el 31% de la oferta global.
Así, podemos afirmar que disponemos de una de las ofertas más extensas del mercado mundial para poder participar en edificios que busquen una certificación VERDE, LEED, BREEAM, WELL, etc. Además, al extruir estos productos con aluminio Hydro CIRCAL con más del 75% de contenido de aluminio posconsumo, contribuimos a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero ya que contiene una huella de carbono de sólo 2,3 Kg de CO2 por Kg de aluminio contra los 8,6 Kg de CO2 por Kg de aluminio que corresponde a la media del aluminio utilizado en Europa. Lo que significa una disminución del 73% de las emisiones equivalentes de CO2.