Sede ONCE, Barcelona

Proyectada por los arquitectos Juan Blat y María José Tatay, la nueva Sede de la ONCE está compuesta por diversos edificios, destinados a cubrir la atención integral y multidisciplinaria de las problemáticas producidas por la ceguera en todos sus ámbitos. Ubicada en una de las principales áreas de acceso de la ciudad de Barcelona, la obra se erige como un edificio que pretende mantener y completar la trama del ensanche barcelonés mediante unas fachadas coherentes entre sí, aunque diferenciadas en función de las calles a las que recaen.

Además, debido a las características del solar y del programa, el conjunto se organiza mediante una serie de construcciones que ocupan diferentes volúmenes.
Así, los arquitectos han conseguido transmitir una imagen moderna y pulcra técnicamente, coherente con la institución que ocupa el edificio. El centro de recursos educativos, recayente a la Gran Vía, lo conforma un volumen prismático y reticulado de hormigón que a su vez descansa sobre un elevado zócalo de color oscuro. Todos los huecos de esta fachada se han cerrado con módulos fijos de la serie Topaz FB de Technal. La fachada del edificio destinado a la administración y los servicios sociales, ubicado en el chaflán que une las calles Llançà y Sepúlveda, recrea una piel tensa de vidrio realizada con el sistema Reflet vidrio ajunquillado de Technal. Todos los junquillos de aluminio del mismo están forrados con una moldura de zinc que se apoya en unas bandas de hormigón blanco y provocan un efecto visual de prolongación indefinida en la fachada.

Los edificios ubicados en el interior de la manzana se organizan en tres volúmenes de diferente altura y composición. Entre ellos destaca la residencia de estudiantes, un edificio lineal de dos plantas formado por retículas de hormigón blanco que definen cada una de las habitaciones. En esta fachada se han instalado balconeras GT, para aprovechar al máximo el hueco acristalado, y ventanas Epure en su versión fija, practicable y abatible, que se han rematado con un sistema de protección solar para asegurar el máximo confort en cada una de las estancias. En cuanto al interior, el edificio está totalmente adaptado y presenta espacios diáfanos, llenos de luz, suelos mate para evitar deslumbramientos y elementos de contraste con el objetivo de aprovechar al máximo el resto visual de las personas que lo tienen. El complejo también dispone de un salón de actos, un poliderportivo y una gran zona ajardinada. La piscina y la biblioteca están presididas por un gran lucernario que aporta iluminación natural al interior, realizado con MX Contratapa Continua de Technal.